miércoles, 7 de octubre de 2009

Este relato es pura ficción


- A ver, explícame otra vez todo desde el principio que no lo veo claro.
- Primero bajamos el tipo de interés al máximo y perseguimos a la gente hasta sus casas ofreciéndoles préstamos baratísimos.
- Vale, lo de siempre, tv, periódicos, comerciales agresivos, bonus, vale, hasta ahí bien.
- La liquidez conseguirá que todo se revalorice, las Bolsas y los inmuebles subirán a máximos históricos.
- Oye ¿de dónde vamos a sacar tanto dinero?
- De ningún lado, un apunte en el ordenador y ya está. La deuda será el préstamo.
- Ya,..¿y si no pagan?
- Sí, algunos no pagarán. Nos quedaremos con las casas.
- Entonces tendremos muchas casas que valdrán menos.
- No corras, déjame que te explique.
- Vale, venga.
- Con eso conseguiremos que los más simples se queden hipotecados de por vida comprando viviendas a precios de boom. Nosotros ya habremos deshecho nuestras inversiones en ese momento.
- ¿Y..?
- A continuación decimos eso de “ay madre, lo que se nos viene encima” y provocamos un estado de alarma que nos “obligue” a cerrar el crédito. Ni un chavo más a nadie.
- Vale, entonces todo comenzará a bajar ¿apretaremos mucho?
- Al máximo.
- ¡Joder, habrá tantos impagos que nos llevarán por delante!
- Sí, eso diremos, que si no nos ayudan se acaba el mundo.
- Las bolsas se hundirán ..¿con qué dinero compramos las acciones?
- Con el de siempre, con el suyo. El Estado nos dará cantidades astronómicas para evitar el colapso. Con él adquiriremos los títulos a precio de saldo  “proclamando que tomamos riesgos para salvar la economía”
- ¿Ya, pero habrá que devolverlo?
- Bueno, una parte al menos. Cuando tengamos las acciones provocaremos un mercado alcista aparentando que todo se va a solucionar pronto.
- ¿Y los bancos que no están en el ajo?
- ¿No crees que somos demasiados?
- Sí, la verdad que sí.
- Cuando el mercado de acciones se haya recuperado haremos ampliaciones de capital para devolver el dinero al Estado. Otros muchos nos darán su dinero a cambio de papelitos. Con él pagaremos parte de las ayudas para que vean que buenos somos.
- ¿Venderemos también las acciones que compramos abajo?
- ¿Tú que crees?
- ¿Y con las casas embargadas?
- Las iremos liquidando poco a poco, siempre son un bien tangible. La mayoría nos pagarán aunque les cueste la vida, a las otras les perderemos algo. Pero el negocio seguirá siendo redondo. Total el dinero que les dimos no era más que un apunte contable.
- Ya lo creo, vamos a dejar a todo el mundo con una mano delante y otra detrás. Habrán perdido con las casas, con las acciones, y un estado endeudado les subirá los impuestos y nos tendrá que pedir dinero prestado a su vez, con lo que ellos también se endeudarán más. Se pueden cabrear mucho. A ver si se va a liar.
- Eso es cosa de los políticos.
- La crisis será muy gorda ¿qué va a ser de ellos?
- Trabajarán más, ahorrarán, con el tiempo volverán a estar preparados para repetir el ciclo.
- ¿Qué vamos a hacer con tanto dinero?
- ¡Coño, como eres! ¿te vas a quejar por eso?
- ¿Y todo esto para qué?
- Eso tendrás que preguntárselo a los de arriba.
El jet privado aterriza.
- Dale recuerdos a tu familia. Tenemos que cenar un día de estos.
- ¿Porqué no os venís el fin de semana al yate?
- Te llamó y te digo.
- Vale, adiós.