¿Queda mucho?
8:50 horas
¿Cuánto tiempo más seguiremos trillando la misma zona? Un día, una semana, un mes...
La Bolsa se ha convertido en una gigantesca tortuga rehén de su propia naturaleza.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo es posible que sea igual de verosímil un escenario muy alcista que otro muy bajista?
La respuesta está clara en mi opinión. La brutal crisis económica que venimos desarrollando ha dejado fuera del mercado a los inversores particulares que ya tienen bastante con lidiar con su hipoteca y la amenaza de perder su puesto de trabajo como para pensar en comprar en acciones. Las manos fuertes son las que tienen las acciones, las compraron en los momentos de pánico y con dinero público, ahora como es habitual esperan a los compradores para endosárselas a precios mucho más altos, pero estos no llegan o lo hacen con cuentagotas. Puesto que este proceso no acaba de completarse como en otras ocasiones ¿cómo podrá resolverse?
Es posible que se fuerce el rebote hasta grandes alturas para fomentar la codicia, pero aún así estoy convencido que no aparecerá el dinero necesario, también podría alcanzarse una altura suficiente como para que una rebaja del 15%, por ejemplo, fuese un señuelo tentador.
Mientras tanto también podría ocurrir que la situación económica se deteriorase de tal forma que hasta las manos fuertes decidieran dejar la Bolsa a su suerte, lo que produciría grandes bajadas sin posible recuperación.
La situación no puede ser más artificial y a la larga el mercado se liberará de sus ataduras y recuperará su dinámica, entonces veremos precios mucho más baratos.
Los que nos metieron en esta situación son los mismos que aparentan solucionarla, algo difícilmente explicable, si ya han demostrado su incompetencia en la incapacidad para prever lo que iba a suceder ¿cómo se confía en ellos para arreglar el desaguisado? Personalmente nunca he creído que sean incompetentes, más bien parece que tienen planes que no comunican y que no coinciden con el interés de la mayoría.
Tendremos que seguir jugando a adivinar sus intenciones. La bolsa parece ser una pieza clave en este nuevo escenario, un factor psicológico que modele la sensación de recuperación económica y la opinión publica. En estas circunstancias todo es posible.
Habrá que ir día a día y saber leer entre líneas. En el tablero internacional se están moviendo piezas muy importantes, lo de Grecia no es más que un ensayo para acometer situaciones mucho más complejas y extensas. Tiempos curiosos y sorprendentes. Creo que nos esperan grandes cambios.
Hasta entonces a vigilar el 1.175 del S&P. Casi parece una broma.