Confianza
8:50 horas
Las Bolsas parecen entrar en una fase de peligrosa confianza. Los inversores tienen la sensación de que las alzas pueden ser limitadas pero que los peligros son mínimos. La recuperación de las economías parece ya un hecho y la voluntad política de sostener los mercados financieros un acto contrastado y declarado abiertamente. En unas semanas tendremos los brotes verdes convertidos en arbolitos de Navidad, pero los regalos que colgarán de ellos van a darnos más de una sorpresa cuando los abramos.
Los datos macro que se van desgranado mejoran paulatinamente, pero lo hacen gracias a ingenierías contables y a estímulos públicos que necesariamente serán temporales. Las arcas públicas están haciendo esfuerzos titánicos esperando que pronto tome el relevo la iniciativa privada, pero podemos encontranos con que la situación siga igual que en el pasado pero además con unos Estados exhaustos y sin capacidad de hacer frente a un empeoramiento de la situación económica.
La imparable subida del oro no augura nada bueno. Una de las posiblidades es que tanto dinero fácil durante tanto tiempo acabe provocando una hiperinflación, otra que esté anunciando serias dificultades para las deudas públicas y por tanto para algunos estados y divisas, finalmente podría anunciar la necesidad de aumentar los impuestos fuertemente.
Se está enmascarando una situación similar a la vivida en el 2,008 pero con un sector público igual de agotado que el privado, lo que la hace más peligrosa aún.
La Bolsa sigue sostenida por unos cuantos valores de gran ponderación, el volumen no llega ni llegará, las líneas de avance-descenso no acompañan en las subidas, grandes insiders siguen desinvirtiendo, los índices divergen en su comportamiento, los sectores también....en nada recuerda a una tendencia alcista.
Algún lunes nos levantaremos a la voz de alarma y comprobaremos que los pastores no tienen munición en sus escopetas y que los lobos estaban ya entre los corderos.
El S&P sigue con su consolidación de niveles. Parece restar una pequeña onda alcista que lo llevaría a la zona 1.117-1.120, dificilmente irá más allá.
Tampoco lo índices europeos muestran fuerzas suficientes para iniciar nuevas ondas. Es momento de olvidarse de comprar y tomar posiciones cortas en los repuntes. El escenario puede permanecer en el tiempo pero el desenlace final será a la baja.
Los datos macro que se van desgranado mejoran paulatinamente, pero lo hacen gracias a ingenierías contables y a estímulos públicos que necesariamente serán temporales. Las arcas públicas están haciendo esfuerzos titánicos esperando que pronto tome el relevo la iniciativa privada, pero podemos encontranos con que la situación siga igual que en el pasado pero además con unos Estados exhaustos y sin capacidad de hacer frente a un empeoramiento de la situación económica.
La imparable subida del oro no augura nada bueno. Una de las posiblidades es que tanto dinero fácil durante tanto tiempo acabe provocando una hiperinflación, otra que esté anunciando serias dificultades para las deudas públicas y por tanto para algunos estados y divisas, finalmente podría anunciar la necesidad de aumentar los impuestos fuertemente.
Se está enmascarando una situación similar a la vivida en el 2,008 pero con un sector público igual de agotado que el privado, lo que la hace más peligrosa aún.
La Bolsa sigue sostenida por unos cuantos valores de gran ponderación, el volumen no llega ni llegará, las líneas de avance-descenso no acompañan en las subidas, grandes insiders siguen desinvirtiendo, los índices divergen en su comportamiento, los sectores también....en nada recuerda a una tendencia alcista.
Algún lunes nos levantaremos a la voz de alarma y comprobaremos que los pastores no tienen munición en sus escopetas y que los lobos estaban ya entre los corderos.
El S&P sigue con su consolidación de niveles. Parece restar una pequeña onda alcista que lo llevaría a la zona 1.117-1.120, dificilmente irá más allá.
Tampoco lo índices europeos muestran fuerzas suficientes para iniciar nuevas ondas. Es momento de olvidarse de comprar y tomar posiciones cortas en los repuntes. El escenario puede permanecer en el tiempo pero el desenlace final será a la baja.