jueves, 6 de agosto de 2009

Bienvenidos a Radar Market 06/08/09

Cuando decidí hacer público el estudio sobre la figura técnica del murciélago, después de trece años empolvándose en un cajón, no podía imaginar como se iban a desarrollar los acontecimientos que me han traído hasta este blog. Los primeros correos solicitando nuevos artículos me impulsaron a seguir ofreciendo mi visión de los mercados. Los siguientes escritos tuvieron un eco que jamás hubiera podido sospechar, las peticiones se multiplicaron de tal forma que finalmente decidí abrir esta ventana propia donde los interesados podrán encontrarlos de forma permanente y actualizada.
No esperen un lugar de información continua, ni siquiera demasiadas recomendaciones expresas de compraventa, lo que podrán encontrar aquí son reflexiones y sobre todo un mapa que les indique dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos, a veces de forma muy precisa, otras de manera general, pero siempre contribuyendo a orientarse en la dirección adecuada e impidiendo cometer graves errores. Espero que les ayuden a formar su propio criterio y a desarrollar una actitud serena y reflexiva. Moverse en las finanzas con el timón bien sujeto, las ideas claras y un espíritu audaz y humilde son las claves del éxito, si lo hacen así se sorprenderán de lo lejos que se puede llegar.
La Bolsa ha ocupado la mayor parte de mi vida, sin embargo cuando mi hija me preguntó en qué consistía mi trabajo, me envolvió un desconcertante silencio del que me zafé espontáneamente: "en comprar ilusiones y vender temores" Invertir es cuestión de talento pero aún más de carácter, he conocido a personas que pensaban como estúpidos y actuaban como sabios y a las que les ha ido muy bien, y a otras con inteligencias muy lúcidas que, atenazadas por las emociones, acababan haciendo lo contrario de lo que habían planeado con resultados ruinosos. Si quiere conocer de qué pasta está hecho ha elegido el lugar adecuado, pocas actividades pueden reflejar una imagen tan exacta de nosotros mismos como la operativa bursátil. A invertir se aprende, hay muchas técnicas, muchos sistemas, cada cual puede encontrar el suyo, es similar a la música y los instrumentos, ahora, si no se tiene oído conviene dejarlo cuanto antes y dedicarse a otra cosa, de lo contrario le costará mucho tiempo, dinero y disgustos conocer sus limitaciones.
La Bolsa sólo tiene dos direcciones, sube o baja, esa es su gran trampa, por ello el más agudo puede errar y el más obtuso atinar, sin embargo, a largo plazo, el inversor hábil acierta más, perdiendo poco con sus errores y ganando mucho con sus aciertos, mientras que al torpe le sucede lo contrario. Aquí, salvo por cuestión de fortuna, algo que también acontece, el tiempo acaba poniendo a cada cual en el lugar que le corresponde. Si usted es de los que creen que para ganar dinero en Bolsa no hay más que estar atento a la información, conocer el estado de la economía y actuar más rápido que los demás, descubrirá sorprendido y confuso que va siempre con el pie cambiado, los economistas no suelen estar entre los grandes inversores, la Bolsa es siempre anticipación, va muy por delante de la realidad, es inútil perseguirla, hay que conocerla, intuir sus movimientos y salir a su encuentro, lo obvio no tiene valor alguno.
Cuando empecé en este negocio tenía que acudir a la propia Bolsa donde mi agente ejecutaba las órdenes en un mercado de corros, después fue mi banco el que se encargaba de efectuar la compraventa, más tarde pude hacerlo telefónicamente, hoy puedo comprar cualquier cosa en cualquier lugar del mundo desde el teclado de un ordenador. En otro tiempo tuve que hacer mis propios gráficos a mano, no existían los diarios económicos, y me afanaba por ser el primero en conseguir los volúmenes en los que las empresas publicaban sus resultados trimestrales. Incluso hubo una época en que acudía a los establecimientos 24 horas, a la una de la madrugada, para tener antes que nadie el periódico del día siguiente. Ahora tengo la sensación de estar hablando de otra persona cuando lo recuerdo. El mundo en general se ha sofisticado y acelerado de forma asombrosa en los últimos 25 años, los modos de hacer han cambiado por completo, sin embargo lo esencial ha permanecido inalterable, las reglas que hace un siglo llevaban al inversor al éxito o al fracaso siguen siendo las mismas. La Bolsa es una proyección del ser humano y por tanto pura psicología, nadie sabe lo que vale una empresa exactamente, por ello su precio varía a cada minuto, pero eso tiene escasa importancia, lo que se debe saber es lo que la mayoría cree que vale dicha empresa en un momento determinado. Sí, el "timming" es el factor clave, da igual si todos se han vuelto locos y llevan los precios a alturas desorbitadas o si por el contrario el pesimismo les hace vender activos a precio de saldo, lo relevante es saber "cuando" van a recuperar la cordura. Yo mismo he vivido la experiencia de enfrentarme a cotizaciones disparatadas y empeñarme en mantener una posición durante largo tiempo hasta que la mayoría se daba cuenta de lo que para mí era evidente desde hacia mucho. Los mercados impulsados por la inercia de una fuerte tendencia suelen llevar los precios más allá de lo que aconseja el sentido común. Como el propio hombre tienen momentos de ceguera e irracionalidad, pero siempre llegan a un punto final, después suele ocurrir lo contrario, cuanto más exagerado sea el movimiento pendular en una dirección más lo será el siguiente en dirección opuesta.
La Bolsas son artificiales, mercados donde no se comercia con nada real, detrás no hay bienes ni servicios, lo que se vende y se compra son precios, y como todo ego tiende a considerarse más listo que el resto (¿será porque la inteligencia no puede apreciarse a simple vista?) creemos que podemos adquirir algo a un precio y colocárselo a otro con un beneficio atractivo. Decía Machado que todo necio confunde valor y precio, y el gran Kostolany que en ningún sitio hay tantos necios por metro cuadrado como en la Bolsa. No hay más que añadir.
La Bolsa es dinero casi en estado puro, en ningún lugar se mueve tan deprisa ni es tan fácil ganarlo o perderlo, por ello acuden a ella todos los grandes depredadores, siempre hay brillantes cerebros respaldados por las mejores herramientas e ingentes cantidades de dinero, maquinando productos, estrategias, manipulaciones, etc. Hay que ser consciente de ello, no se inserte en las grandes manadas de inversores (son sus presas favoritas) o durará poco en el mercado, piense que su pequeñez es su punto fuerte, viaje solo, en el lateral de los tiburones, como hacen las rémoras, y estarán a salvo, a ellos sólo les interesan las grandes capturas, ésta es en realidad las base del "contrary market opinion", cuando observe que su planteamiento es coincidente con el de una extensa mayoría, aléjese del mercado, el tiburón no tardará en aparecer, no importa si está en lo cierto o equivocado, es el agrupamiento de la masa lo que provoca el movimiento contrario, es una especie de "ley de la gravedad" bursátil.
Con el tiempo acabará escuchando una voz interior que le indicará como actuar, hágale caso, puede llamarle intuición, pero no es más que el resultado de sus procesos de pensamiento inconsciente, allí se computan infinidad de datos que usted desconoce por lo que su criterio suele ser más acertado que el de la propia razón. Ese "sexto sentido" no sabe verbalizar sus conclusiones, se expresa mediante sensaciones o emociones, aprenda pues a entender porqué está inquieto, malhumorado o no puede conciliar el sueño. Descubrirá que cuando actúa al unísono con su inconsciente se encontrará relajado y seguro. Deshágase cuanto antes de aquellas posiciones con las que se sienta incómodo o acabará repitiéndose a sí mismo "ya lo sabía..si lo tenía claro..debería haber.." "Me gusta", "me huele bien", "lo veo claro", "lo noto", son expresiones que suele utilizar el inconsciente, aprenda a escucharlo. No hay nada más doloroso que cometer un error que ya intuíamos que lo era antes de cometerlo.
Cuando profundice en los mercados comprobará que tienen estructuras, formas, dimensiones, y aprenderá su geometría, su lenguaje matemático, reconocerá sus ciclos, sus impulsos, sus tendencias, sus proporciones, entonces empezará a definir las herramientas con las que calibrarlos y reconocerá en que fase de desarrollo se encuentran. Hay sistemas y técnicas muy variadas, las herramientas son innumerables, pruebe, todas pueden ser válidas, elija la que se adapte mejor a su carácter y alcance la maestría en su manejo.
A medida que he crecido como inversor, me he ido alejando cada vez más de la economía y del análisis fundamental (lo uso como mesa de trabajo, como soporte) y me he aproximado a la psicología y al análisis técnico. Mi herramienta básica es afinar esa voz interior de la que les he hablado y que me ha demostrado saber mucho más que yo. La forma habitual en la que canalizo sus mensajes es la teoría de Elliot. Contar ondas es un arte, sus detractores son como esos individuos que cuando miran una partitura no ven más que garabatos y les resulta incomprensible que alguien pueda tararear una melodía leyendo aquellos signos cabalísticos. También hay quien domina el solfeo pero no deja de ser un músico mediocre. Esta fue la herramienta que elegí o quizá lo hizo ella, mi ansia de conocimiento convirtió en insoportable la espera diaria para ver el desarrollo de los gráficos, así que me compré bases de datos con series antiguas que desconocía absolutamente y me planté, durante años, delante de ellas interrogándome ¿qué harías en esta situación? después añadía un día más al gráfico y verificaba lo que sucedió, así con el tiempo, mi inconsciente aprendió su lenguaje, ahora soy capaz de proyectarlos muy lejos en el tiempo, en realidad ya no cuento ondas, las siento.
Supongo que es suficiente, quizá estoy empezando a cansarles, espero que ustedes encuentren el sistema propio que les permita manejarse en los mercados, reciban mi bienvenida a este sitio en la red y mi invitación a compartir desde aquí el devenir bursátil, siempre desconocido...siempre apasionante.
Les deseo suerte, es el único ingrediente del cocktail que conduce al éxito que no puede dominarse.