martes, 17 de noviembre de 2009

17 de noviembre de 2.009





¡12.000!



8:40 horas


Llegamos. Ya tenemos en nuestra retina el ansiado número. Han hecho falta dos meses de ataques ininterrumpidos pero al fin saltó en las pantallas.
¿Y ahora qué? Pues no mucho. La verdad es que la cifra es meramente simbólica y su repercusión será simplemente mediática. Noticia del telediario que hará que algunos pequeños ahorradores vuelvan a prestar atención a la Bolsa. Aquellas locuras alcistas en las que todo el mundo tenía su dinero en acciones tardará mucho en volver. En el momento actual sólo las manos fuertes tienen dinero, son las únicas que lo poseen en propiedad y las únicas que pueden acceder al crédito barato. También muchas acciones parecen estar en su poder. Aunque ha habido un largo periodo de distribución no parece que hayan encontrado inversores suficientes a quienes pasarles la escoba, al menos eso es lo que refleja el volumen. En una situación como esta los índices pueden soportar grandes presiones, decía Kostolany que cuando el papel está en poder de los caraduras las cotizaciones pueden ascender incluso con un entorno económico muy desfavorable.
Los índices americanos se dirigieron a los máximos como habíamos previsto, incluso con más fuerza de la sospechada, el S&P llegó a marcar un máximo de 1.113 y cerró en 1.109.
En Europa sólo el Ibex y el Footsie se unieron a la fiesta. El resto parecen estar esperando a que los estadounidense demuestren que van en serio.
La incógnita sobre la gran pregunta, tendencia alcista o rebote, sigue sin resolución. Los números Fibonacci tienen la respuesta, el 0,618 de caída es la frontera que separa uno de otro, antes habrá que pasar el 0,50, el nivel que vigilan ahora todos los hegde funds, el 1.125 del S&P.
Necesitamos más velas en los gráficos semanales y en los mensuales para definir el escenario. Mientras tanto habrá que seguir actuando en el corto plazo. Mi opinión no ha variado, sigo pensando que no estamos ante una tendencia alcista, si bien es cierto que el férreo control al que están sometidos los mercados dificulta, al menos de momento, el cambio de tendencia. Ya sabíamos que el giro podría ser trabajoso.
Aunque empezarán bajando algo, no parece que los mercados estén aún preparados para corregir de forma seria en la sesión de hoy, necesitan  más tiempo,  el S&P intentará consolidar los niveles alcanzados e incluso arañar algún punto más. Esperamos a que los indicadores técnicos sigan ascendiendo y a un nuevo máximo, antes de buscar el recorte. Podría ser mañana.
 Respecto al Ibex, dos cosas. La primera, en contra de lo que afirmaban muchas voces, la esperada ruptura del 11.950, no provocó barrido de stops, ni cierre masivo de cortos, ni grandes tomas de posiciones, lo que evidencia que no hay mercado, están más solos que la una. La segunda, los nuevos máximos vinieron de la mano de los tres valores de siempre y sólo de esos tres, lo que indica que no se están acaparando acciones ni haciendo carteras de cara a un ciclo alcista, sino intentando manipular los índices de forma descarada.
 No brindemos con demasiado entusiasmo, las copas podrían romperse.