Mercado muy inquieto de cara al cierre a la espera de lo que ocurra en Grecia. Los inversores saben que mañana será tarde para actuar y ya están escarmentados de descontar situaciones que se revierten en una o dos sesiones. Esta vez tampoco será distinto. La figura no está rota con claridad y es posible que se quede así. 10.500 es el objetivo para el Ibex si la rompe, de lo contrario podría volverse desde aquí mismo. Una apuesta casi a cara a cruz.