lunes, 30 de mayo de 2011

Reflexión

Aprovechando este día de absoluta tranquilidad, me gustaría volver a repetir lo que vengo diciendo en todos mis artículos desde el año 2.007. Estamos en una inmensa crisis que probablemente nos llevará a un radical cambio de paradigma, todas las estructuras sociales se están tambaleando y la situación lejos de mejorar, no ha hecho más que empeorar con los rescates y las inyecciones de liquidez. No hay ningún problema resuelto de los que estaban sobre la mesa en el 2.008, salvo que se evitó el colapso bancario, y por contra hoy tenemos otras muchas situaciones de peligro abiertas y sin visos de solución. La deuda asfixia a particulares, empresas y Estados, con algunas excepciones que no cambian la situación general, y no parece que nada pueda solucionar esto en un plazo razonable. Las situaciones de pobreza, de falta de liquidez, el paro, las recuperaciones raquíticas, la ausencia de crédito, el encarecimiento de los recursos básicos, las protestas sociales, los ajustes del estado de bienestar, el aumento de la presión fiscal, la guerra de divisas y un proteccionismo encubierto, están creando una olla a presión que puede estallar en cualquier momento. Los mercados están siendo sostenidos artificialmente pero eso no puede durar indefinidamente. Parece que la goma no va a dar mucho más de sí. No sé, no creo que pueda saberse, cuanto tiempo puede transcurrir hasta que la situación se desencadene. Desde aquí buscamos las señales a diario, tarde o temprano aparecerán y serán fácilmente reconocibles. Mientras tanto mantendremos la serenidad y la prudencia. Soy optimista  a largo plazo, pero a un par de años vista me temo que  iremos a peor y que nos quedan muchos tragos amargos por delante. Desde el punto de vista técnico ya saben que espero un suelo de mercados para el primer semestre del 2.013, por debajo de los mínimos del 2.009, quizá bastante por debajo. Si se siguen utilizando medidas paliativas para atajar los síntomas corremos el riesgo de que el proceso pueda durar mucho más.
Tomen mi opinión como una más, los que me siguen ya habrán comprobado que las fases se han ido desarrollando como había previsto, pero en una situación tan compleja todo puede suceder, puede haber sorpresas fuera del guión que nos lleven a nuevos planteamientos, la incertidumbre es muy alta y la visibilidad nula, pero no hace falta más que un poco de sentido común para concluir que el estado actual de las cosas no se puede resolver de un mes para otro y que por contra puede complicarse y mucho.