jueves, 7 de enero de 2010

7 de enero de 2.010








¡Voilà!



09:30 horas

     He leído que Biderman, uno de los principales analistas de flujo de dinero del mundo, había declarado hace un par de días, que jamás en la historia se había producido un mercado tan manipulado como el actual. Ya saben cuantas veces me he pronunciado en este sentido. Nunca me ha gustado argumentar sobre suposiciones ni buscar justificaciones en extrañas maniobras que se producen en la oscuridad, sin embargo en los últimos meses no he tenido más remedio que hacer repetidas referencias a las descaradas manipulaciones que las manos fuertes están realizando en los mercados.
     Fueron ellos quienes acumularon papel en los momentos de pánico dejando el mercado limpio de manos débiles, son por tanto los que tienen el control de las Bolsas en la actualidad y, reconozcámoslo por duro que sea, no dejarán que se recupere la dinámica habitual hasta que tengan encajadas todas las piezas del puzzle.
Seguirles el juego es una buena estrategia, pero a estas alturas, nunca mejor dicho, resulta altamente peligroso. En cualquier momento podrían dar por acabado el proceso que están llevando a término y encontrarnos atrapados en la parte alta de un rebote gigantesco.
No queda pues otra opción que armarse de paciencia e intentar buscar en los gráficos los signos del cambio.
Poco a poco nos vamos acercando al nivel más importante, el 0,618. Este nivel es la puerta de paso de un escenario a otro y no debería ser superado. El 12.500 del Ibex y el final de enero, son las fronteras en puntos y en tiempo de esta transcendental clave.
  El año ha comenzado con subidas como suele ser habitual, pero la situación podría cambiar pronto. No creo que sea posible volver a controlar los mercados un ejercicio más, hay demasiadas sesiones por delante y muchas minas que podrían estallar en cualquier momento.
Estamos saliendo de los meses de lateralidad sin fuerza y en cuña, los movimientos son leves y corren el riesgo de revertirse inesperadamente.
Ya saben que aconsejé liquidar todas las posiciones cuando alcanzamos por primera vez el 11.600 y que posteriormente he optado por una táctica de tira y afloja en la que abríamos cortos cuando había sobre compra a corto y recomprábamos cuando se producía la sobre venta. En un futuro próximo es posible que tengamos que optar por volver a la estrategia bajista pura. Los cortos han desaparecido prácticamente, unos por convencimiento, otros por impotencia, y el sentimiento pesimista se ha esfumado. Las condiciones para un mercado bajista vuelven a darse, sólo resta encontrar el momento oportuno.