¿Y tú, dónde vas?
8 : 50 horas
Las Bolsas se han roto. Hoy resulta casi imposible hablar de una tendencia general. Cada índice ha cogido su propia dirección y así podemos encontrar en una misma sesión alguno que sube con fuerza mientras otro se desploma. Los distintos grados de recuperación económica y las fuertes deudas que arrastran algunos países, en realidad casi todos, están provocando un caos donde muchos han perdido el norte.
En Wall Street se mantienen las alzas, sostenidas por una aparente fortaleza económica y unos resultados empresariales con dos dedos de maquillaje.
En Europa sólo el Dax consigue hacer máximos anuales impulsado, más que por su empuje económico, por su condición de refugio y la proximidad de unas elecciones que están obligando a Merkel a dar largas al tema griego y a protagonizar el papel de mala de la película en el concierto europeo.
Con Grecia prácticamente deshauciada, sus bonos están a un peldaño de la calificación de bonos basura, todos se vuelven a un lado y a otro buscando por donde aparecerá el siguiente. Las quinielas señalan a Portugal que llegó a desplomarse un 3,5% en la sesión de ayer, pero tampoco se olvidan de España e Italia, no hay más que mirar sus gráficos, para darse cuenta que los inversores los han puesto en cuarentena.
Europa se revuelve sin saber como va a salir del atolladero, demostrando, una vez, su incapacidad para resolver los problemas de forma rápida y consensuada.
El S&P rozó ayer los 1.220, está frente al muro de la verdad. La zona que va desde ahí hasta el 1.250 está plagada de minas, la proyección final del recuento de ondas, el nivel 0,618 Fibonacci y el objetivo del H-C-H que se realizó en el 2.009. Dífícil tarea atravesar esos 30 puntos cuando además arrastra una sobrecompra de dos meses y medio initerrumpidos de escala con un bótín proximo al 17%, casi nada.
El sueño bursátil continúa, para algunos ya se torna pesadilla, para los demás...tiempo al tiempo.