Inmovilizados
11: 00 horas
Las Bolsas, como ya adelantábamos, han decidido hacer oídos sordos a las distintas amenazas que sobre la economía se han lanzado en los últimos días. La consigna es cerrar el ejercicio con buena imagen y el próximo año Dios dirá.
El Ibex sigue asimilando el varapalo del miércoles quedándose rezagado en la recuperación de estos dos últimos días, ahora parece vulnerable y será interesante calibrar su estado de debilidad cuando los demás mercados recorten.
El insoportable movimiento lateral de los últimos meses está llevando a los inversores a un estado de confusión donde nadie tiene claro hacia donde saldrá el mercado. Parece imposible escapar de estos niveles, pero tarde o temprano lo haremos, con toda seguridad, entonces tendremos una resistencia fabulosa o un muro infranqueable, pero la ruptura deberá ser contundente para poder estar seguros.
El S&P sigue el camino previsto y aún no ha alcanzado el objetivo, recuerden que debería superar el 1.110 pero no ir más allá del 1.120. Los indicadores siguen alcistas sin alcanzar estado de sobre compra por lo que seguiremos viendo ascensos.
En Europa, salvo el Ibex, se han formado figuras de hombro-cabeza-hombro invertidos en los gráficos horarios, que nos conducirán cerca de los máximos anuales de nuevo sin que pueda asegurarse que consigan alcanzarlos pues la proyección mínima no va tan lejos. La figura en su conjunto parece de congestión con posibles recaídas posteriores, es decir, más de lo mismo.
La mayoría de los gestores han cerrado ya el año y nadie quiere complicarse el ejercicio a estas alturas. Tendremos que ir desgranando las sesiones que quedan con paciencia. Esto es lo que hay, parálisis.
La imagen de la economía española sigue debilitándose, más que por sus números, que ya son preocupantes, por la velocidad del deterioro. Hoy hemos sabido que el crédito está en mínimos históricos, sin dinero cualquier recuperación será imposible.